miércoles, 9 de febrero de 2011

El caso de las escaleras invasoras


No sé cómo llamar a este fenómeno, creo que así, fenómeno (de la naturaleza humana) está bien.
Hace unos días hablaba de materiales de construcción que invaden las aceras, ahora toca hablar de materiales que se han convertido en construcciones que invaden las aceras.
No sabría si comentarlo desde el punto de vista estético -que sería lo de menos-, o denunciarlo como descarada barrera arquitectónica. Los dos aspectos valen para al menos, publicar aquí las fotos de estas dos viviendas sitas en la Calle de Hernán Cortés.
Fenómenos parecidos a estos tenemos varios por el pueblo para evitar los desniveles entre las casas y las aceras, como recrecidos de hormigón escalonados longitudinales a la calzada, que en el caso de que el ancho de la acera permita el paso de los peatones y olvidándonos del impacto visual, hasta lo podría entender.
Evidentemente los propietarios de estas viviendas, que ya digo, no son las únicas en el pueblo en esta situación, tienen que acceder a su interior salvando de alguna manera el desnivel, pero la solución no está en invadir el acerado público que resulta lo más fácil (para ellos). La solución lógica, cívica, solidaria y creo que conforme a la ley, sería realizar ese acceso de puertas hacia adentro, es decir, retranquear esas escalinatas al interior de la vivienda.
No sé que opinará de estos fenómenos invasores la Delegación de Urbanismo, o mejor, los ancianos, las personas discapacitadas o los padres/madres que llevan a sus hijos en carritos.

Vuelvo a ver las fotos y se me vienen a la mente las Escaleras de M.C. Escher...