lunes, 27 de junio de 2011

Anonymous y el nuevo ayuntamiento

Ensuciar las calles del pueblo con penosos panfletos, pintadas, acusaciones, boicots a las vallas de los contrarios y otras malas artes. Creo que casi todos hemos visto lo bajo que se puede caer para robar unos cuantos votos a base de desacreditar, señalar y difamar al oponente. A pesar de que los “anonymous bormujeros” se han empeñado en ensuciar la campaña electoral, los votantes hemos vuelto a dejárselo difícil a los partidos para formar gobierno.

Ocho, seis y tres. Fulano, mengano y zutano. Cada uno tenía que sentarse a jugar sus cartas y echarse buenos faroles. Hemos contemplado como el matrimonio entre zutano y fulano acabó en divorcio, como cada uno de los tres se vestía con sus mejores galas para venderse por separado, como zutano y mengano tan pronto se enamoraban como se tiraban los platos a la cabeza justo antes del sí quiero, y finalmente, como fulano y zutano volvían a reconciliarse dándose a otra oportunidad.

Sabemos que estos matrimonios se mantienen en un equilibrio inestable, que se hacen muy largos los cuatro años en los que tendrán que entenderse y que para lo bueno y lo malo, estos ya se conocen demasiado bien. Por lo que pueda pasar, esta vez no ha habido intercambio de anillos, ni han llegado a arrejuntarse, fulano ha alquilado el pisito por cuatro años y solo espera que zutano no aparezca reventándole las fiestas…ya veremos…

Y pasando por alto las acciones de anonymous, desde aquí vayan mis mejores deseos para la nueva pareja, porque al final, seremos los vecinos los que suframos sus desavenencias.

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